«¿Es Damon Albarn una buena persona?», pregunta un usuario de Reddit. Las respuestas, en general, concluyen que sí, que no solo es bueno sino amable y que lo que pasa es que no le gusta la gente falsa y siempre dice lo que piensa, así incomode.
La discusión no es nueva, ocurrió en 2016. Lo de Damon y la gente falsa, tampoco. En los primeros tiempos de Blur el músico pensaba que el mundo era extraño y la gente tomaba Prozac para hacerlo más normal y veía sus canciones como críticas protagonizadas por personajes que estaban hartos e intentaban escapar, “pero no tienen adónde ir», dijo a The Independent en 1995.
Damon Albarn por Facundo Gaisler
Fue esa sensación de que todo era falso y prefabricado, como MTV, la hipocresía y el montón de boy bands que ni siquiera escribían su propia música lo que en 1998 le motivó a crear Gorillaz, con ayuda de su compañero de piso, el ilustrador Jamie Hewlett. Aunque fue en el año 2000 cuando la idea se materializó con el lanzamiento del EP Tomorrow Comes Today.
Gorillaz es la banda inglesa liderada por Stuart Harold Pot, conocido mundialmente como 2-D. Pero el proyecto tomó forma gracias a Murdoc Niccals: fue el astuto bajista quien tuvo la visión de aprovechar la voz y el extraño encanto de 2-D como frontman y unirse al baterista neoyorkino Russel Hobbs y a su amiga japonesa Noodle para que tocara la guitarra, pese a que apenas era una niña y no hablaba inglés.
Así, con cuatro integrantes disímiles, una mezcla de sonidos única y una infinita lista de artistas invitados, Gorillaz ha usado su música para alertar sobre la guerra y los niños armados, denunciar el tamaño de la contaminación ambiental o anticiparse al triunfo de Donald Trump, cuando parecía impensable. Sus videos han sido las mejores herramientas para dar fuerza a la propuesta y en ese viaje audiovisual los ha acompañado gente como Bruce Willis, Snoop Dogg y Jack Black.
«El único detalle (disonante, tal vez) es que esa gente no es real»
El público los quiere y ha seguido su evolución a lo largo del tiempo. Saben que la banda continuó sin Murdoc, quien pasó una temporada preso y salió en libertad hace poco. Que Noodle ahora es una chica teñida que disfruta las discos. Que Russell sigue tan discreto como siempre. Y que los otrora ojos negros de 2-D se volvieron blancos porque son reflejo de su estado de ánimo y él ahora es más feliz.
Gorillaz en Oslo por Matija Puzar
Sus fanáticos siguen de cerca todo lo que hacen a través de las redes sociales de la banda. Así han podido disfrutar los adelantos de sus discos Humanz o de The Now Now, se han enterado de cómo fue cada parada de su última gira mundial y han llenado de likes las colaboraciones que hicieron para las marcas G-Shock de Casio y Levi´s. También en las redes, sus seguidores hicieron una campaña para que liberaran a Murdoc, por ejemplo, aunque mostraron su apoyo al bajista suplente, Ace. El único detalle (disonante, tal vez) es que esa gente no es real.
A Damon no le gusta lo falso, pero su proyecto más exitoso, y tal vez en el que se ha arriesgado más, vive gracias a los personajes virtuales que él mismo creó. La relevancia de Blur es indiscutible, su trabajo solista es poderoso y The Good, The Bad & The Queen es oxígeno puro en ese mar de uniformidades que es la música actual, pero es con Gorillaz que perduró en el tiempo, ganó premios tan comerciales como el MTV (sí, el mismo MTV), vendió millones de discos, tocó en los Grammy y llegó a un público tan joven que hoy muchos de sus fans tienen hasta 40 años menos que el inglés, quien ya suma 51.
Damon ha hecho lo que ha querido con su ficción, además de crear algo original como contraparte a la falsedad y hablar de temas incómodos. Metió rastros de Sex Pistols, experimentó con los sonidos africanos que le apasionan y se permitió hacer música bailable. Y hasta hizo las paces con su antiguo enemigo Noel Gallagher, cuando lo invitó a participar en Humanz.
Foto de Alex Const
Pero al terminar su gira mundial en Ciudad de México, en octubre del año pasado, anunció que Gorillaz haría una pausa que ni él mismo sabe cuánto durará. Ahora sus fans revisan las redes con ganas de saber más de 2-D, Murdoc, Noodle y Russel y preguntándose qué vendrá.
Mientras tanto, Albarn evade a los periodistas que quieren saber si pasará algo más con Blur y habla de los temas que lo perturban, esta vez en el nuevo disco de TGTB&TQ. En estos días su atención se centra en el Brexit asunto que, en su opinión, ha sacado a relucir los serios problemas de la salud mental que tienen los ingleses, pero de eso podemos hablar luego.
*Artículo en colaboración con Pablo Sanguinetti Župan