Yesterday es hoy: la memoria como salvavidas

Yesterday (2019) habla de la desaparición de la memoria de The Beatles para recrear los recuerdos eliminados de la historia y ficcionalizar nuevos. En cambio, en su cine Speilberg los hace metafora del presente…

Hay una distancia que separa el recuerdo como simple imagen de su aparición en objetos concretos, esta por lo general se produce a través de una operación de ficción en la que memoria y deseo se mezclan. En este caso, el recuerdo se hace concreto en el cine de Spielberg y en Yesterday (2019), la película de Danny Boyle

“Los millennials no temen usurpar la nostalgia y jugar a que la sienten…”

Voy a adelantar el spoiler acerca del tema: ¿no hay una profunda desilusión y frustración cuando se comprueba que hacer concretos los recuerdos no puede ser más que un espejismo fugaz? Por supuesto, pero Javier Marías escribió en su discurso de aceptación del Premio Rómulo Gallegos: “el hombre necesita conocer lo posible, además de lo cierto”. Lo necesitamos. Como un salvavidas tras un naufragio, aunque estemos conscientes de que no sea más que una ficción.

Steven Spielberg. Imagen para su documental en 2017.

Jim, Spielberg y el registro del recuerdo

Entre el botín recuperado de los objetos (de muebles a vehículos), camina Jim, el protagonista de El imperio del sol (1987), la adaptación de Spielberg de la novela biográfica de J.G. Ballard. La mirada de Jim apenas si se detiene en algún elemento que reconoce, pero parece importarle más el conjunto, que es la prueba del fin de la ocupación japonesa, más contundente que los ejércitos en desbandada.

Para Spielberg, la recuperación de la memoria es un derecho al punto de que este momento de reencuentro con los objetos perdidos cierra con una imagen de fondo que sugiere la forma de hongo que deja una explosión nuclear. Hay restitución y venganza al mismo tiempo. Y es casi imposible no recordar el epílogo de otra película de Spielberg, La lista de Schindler (1993), en la que los descendientes de los salvados por Oskar Schindler pasan por su tumba para homenajearlo. Y en Duel (1971), su película para televisión  en el comienzo de su carrera, al final el camión queda inservible en una detenida agonía que es recorrida por la cámara: en el documental del 2017, Spielberg no sólo no rehuye sino que desnuda el mecanismo del recuerdo, el camión era la encarnación de quienes sometían a bullying al niño Steven.

Imágen de la película La lista de Schindler.

Cuando se ven las películas de Spielberg desde esta perspectiva –que incluyen la maniática recreación de la vida de los niños durante un divorcio como en Encuentros Cercanos de Tercer Tipo o E.T.–, se descubre que un lema las conecta: no tiene por qué haber olvido y, sobre todo, no tiene por qué haber distancia con el recuerdo. Tal vez por eso las películas “políticas” de los años más recientes de Spielberg –Munich, Lincoln, Bridge of spies y The Post—usan historias del pasado para contrastar retos contemporáneos de la sociedad estadounidense. Si le damos forma a los recuerdos como eran, los fijamos y pueden explicarnos el hoy. 

Boyle y el soundtrack del fin del mundo

Fueron sólo 12 segundos de oscuridad inexplicable. La noche cuando Jack Malick decidió que abandonaba su fingimiento (cómo podríamos llamarla carrera) musical, se produce una falla global de servicio eléctrico. Malick es arrollado y luego despierta en un hospital en medio de una metamorfosis: pero no es precisamente él quien cambia sino el mundo que lo rodea. No hay vestigios del cuarteto de Liverpool, ni siquiera en Google que insiste en arrojar imágenes de escarabajos o el papa Juan Pablo II en cada búsqueda.

“Pero mientras estén las canciones habrá quien les encuentre significado”

A Richard Curtis, el guionista de Yesterday, no le importa flirtear con lo cursi. De eso ha vivido. Cuatro bodas y un funeral, Notting Hill y Love actually dan pruebas contundentes. Por lo que en esta nueva historia no va a prescindir de uno de sus recursos favoritos, lo que cambia es el vehículo, que es la memoria.

Como Sharon Tate en Once Upon a Time in Hollywood, que ahora puede vivir eternamente embarazada en nuestro recuerdo , John Lennon no ha muerto: es un anciano sabio que da consejos edulcorados de cómo vivir una vida plena, muy al estilo New Age.

Yesterday (2019)

Más aún, la memoria es tan importante en esta película que está por encima de preceptos morales: la pareja de fans que han perseguido a Malick no piden verlo para increparlo o chantajearlo, le quieren agradecer que pueda mantener vivas las canciones, antes de que las letras, como ya ha ocurrido, se les comiencen a olvidar o confundir. Malick tiene el reto de conservar las canciones y lo que significan, aunque pronto nos damos cuenta de que lo segundo es una operación casi imposible. Pero mientras estén las canciones habrá quien les encuentre significado

Después de todo el marketing de experiencias vive repitiendo la importancia de crear hoy los recuerdos para el mañana como si eso se decretara: vive y después decides el significado. Y el fingimiento de la nostalgia es moneda corriente: entre tantas de sus particularidades, los millennials no temen usurpar la nostalgia y jugar a que la sienten por cosas que no vivieron y que son difíciles de entender sin su contexto porque el mundo el que surgieron ya no existe

Stranger Things (2016)

Con todo, ¿por qué aceptar que lo que efectivamente ocurrió cuando podemos escribir lo que nos parece que debió pasar? Vargas Llosa ha repetido que sólo escribe ficciones quien está inconforme con lo que le rodea porque se trata de un acto de rebeldía. Doblegar también de esta forma la memoria es osado pero delicioso.

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